Glaucoma
Enfermedades del ojo
La córnea
El glaucoma es una enfermedad causada por un aumento de la presión intraocular que origina un daño en el nervio óptico. Esto causa una pérdida gradual y progresiva de la visión periférica y del campo visual central. La pérdida visual es indolora y pasa desapercibida para el paciente hasta fases muy avanzadas e irreversibles de la enfermedad.
El glaucoma afecta principalmente a personas por encima de los 40 años y con más frecuencia a los que tienen antecedentes familiares de esta enfermedad. En España es una de las principales causas de ceguera.
Visión con glaucoma
Formas clínicas de glaucoma y síntomas
Las dos formas principales de glaucoma son:
Glaucoma agudo: Se produce un aumento rápido de la presión intraocular. De forma súbita aparecen dolor intenso ocular o periocular, visión borrosa, náuseas, y vómitos. Es una situación urgente que precisa una atención inmediata.
Glaucoma crónico simple: Es la forma más frecuente de todas. Se caracteriza por la ausencia de síntomas hasta fases avanzadas. Sin embargo, la presión intraocular elevada produce una pérdida lenta y progresiva del campo visual hasta que en las fases avanzadas queda reducida a la zona central (visión en tubo) que puede finalmente extinguirse.
Diagnóstico del glaucoma
La mejor forma de detectar el glaucoma es medir la presión intraocular en todos los pacientes mayores de 40 años que acuden para la corrección de la vista cansada (presbicia) y examinar el campo visual mediante perimetría computerizada. Además, se explora la retina y el nervio óptico mediante fondo de ojo, fotografías y examen tomográfico con láser. En CADMO disponemos de los medios de diagnóstico de glaucoma que incluyen sistemas avanzados para la toma de la presión intraocular, perímetro computerizado con programas específicos para la detección de glaucoma en un corto espacio de tiempo, y tomografo láser para el análisis del nervio óptico.
Tratamiento del glaucoma
Existen diversas modalidades de terapia.
Tratamiento médico
Se basa en el uso de colirios que disminuyen la presión intraocular y es suficiente para controlar la evolución en la mayoría de los casos.
Tratamiento láser
Es necesario en determinados casos cuando el tratamiento médico no es adecuado a la evolución o al tipo de glaucoma.
Cirugía
Es necesaria cuando fracasan los procedimientos anteriores. Consiste en crear una vía adicional de salida para el humor acuoso de forma que se mantenga una presión intraocular dentro de los límites adecuados. La intervención se realiza de forma ambulatoria y con anestesia local.
En CADMO le ofrecemos una atención especializada para el correcto diagnóstico y tratamiento del glaucoma.