Preguntas frecuentes

Si habitualmente lleva lentes de contacto blandas, es conveniente suspender el uso al menos una semana antes del examen para que la superficie de la córnea tenga su forma normal sin el modelado que puede inducir la lente de contacto. Si usa lentes rígidas o semirrígidas el plazo es de dos semanas.

Durante este tiempo es conveniente realizar una limpieza de los párpados con toallitas oculares o con espuma de jabón infantil. Puede llamar a nuestro centro al telef. 958 29 11 44 si necesita más información sobre cómo hacerlo correctamente.

Es aconsejable que no lo haga en unas horas. En una de las pruebas se le aplica un colirio que le dilata la pupila para examinar el fondo de ojo. En las horas siguientes la visión será borrosa y puede afectar a la capacidad de conducir vehículos o manejar maquinaria. Es aconsejable venir acompañado o en un transporte público.

Se le abre una historia con sus datos personales y en el que se anotan sus antecedentes oftalmológicos, médicos y los tratamientos que esté recibiendo en ese momento. A continuación se le realizan el examen oftalmológico consistente en:

• Medición de agudeza visual con su corrección actual y nueva graduación realizada en la clínica para valoración del defecto visual.
• Topografía corneal tridimensional para examinar la estructura y el espesor de la córnea y examinar riesgos de padecer alguna anomalía no detectada antes.
• Campo visual computerizado.
• Exploración completa del sistema óptico ocular y de aberraciones mediante Aberrometro Zywave que permite un análisis exhaustivo de su enfoque y junto con la topografía son utilizadas para la programación del láser.
• Estudio del segmento anterior, córnea, conjuntiva, párpados, cristalino, etc. También se mide la presión intraocular y se mide de nuevo el grosor corneal mediante ultrasonidos.
• Dilatación de pupilas con un colirio midriático para realizar una nueva graduación del defecto óptico y corroborar las medidas realizadas anteriormente. Posteriormente se examina la retina tanto en el polo posterior como la periferia para descartar la presencia de lesiones en el interior del ojo.